El equipo de CASIO España ha tenido el placer de entrevistar en su podcast CASIO Talks a la bióloga molecular y astronauta Sara García Alonso, protagonista de una de las nuevas calculadoras Women in Science. A García la ha acompañado Sara Herranz, la ilustradora de esta nueva calculadora que se suma a nuestra proyecto #científicasCASIO. ¡No te pierdas la entrevista!
Entrevista a la astronauta Sara García e ilustradora Sara Herranz
Eloy Bernal, de CASIO: ¿De dónde procede vuestra curiosidad por vuestros proyectos vitales? Sara García, ¿tienes un primer recuerdo de cuando miraste al firmamento y de repente te interesaste por descubrir que hay allá arriba?
Sara García: El gusanillo por el tema del espacio y la exploración me viene por los fines de semana que pasaba en mi pueblo. Es un pueblo muy chiquitito y con mis padres y mis tíos íbamos a dar paseos por el monte. No había nada de contaminación lumínica y ellos eran muy aficionados a la astronomía. Llevaban mapas estelares y buscábamos constelaciones en el cielo. Y ahí empezó un poco ese interés, pero eso era algo que llevaba en paralelo con mi curiosidad por otra gran cantidad de cosas. No era simplemente que tuviera una pulsión por el espacio, también me gustaba saber de electricidad, de biología y de todo lo que se ponía en mis manos.
EB: Qué maravilla. Y fíjate qué paralelismo con Sara Herranz, que tú has buscado constelaciones en las pecas de una espalda, por ejemplo, y también has hecho infinidad de dibujos de ese cielo oscuro y estrellado. ¿Cuál es ese primer recuerdo que tienes tú respecto al dibujo y la ilustración?
Sara Herranz: Todos dibujamos cuando somos niños y nos sentimos muy libres dibujando. Luego crecemos y dejamos de dibujar. Además tenemos vergüenza por dibujar, perdemos esa ingenuidad y esa libertad. Creo que mi primer recuerdo dibujando es en el estudio de pintura de mi tía. Yo y mi hermana pasábamos los veranos con ella, porque era maestra y tenía vacaciones todo el verano. Recuerdo que nos dejaba témperas y acuarelas, y éramos muy libres para poder dibujar todo lo que quisiéramos, sin miedo a mancharnos ni nada.
EB: ¿Y esa curiosidad innata que tenemos cuando somos niños, cómo se puede mantener? ¿Cómo podemos mantener ese interés que de alguna manera nos hace avanzar como personas y mantenernos en continuo aprendizaje?
SG: No todo el mundo tiene los mismos niveles de curiosidad, así que creo que es algo intrínseco de los niños y que luego se va aplacando con la edad. Quizá un poco por las circunstancias o porque te planteas ciertos objetivos y te centras solo en eso y no te dejas llevar tanto por aquello que te hace ilusión. Empiezas a hacer lo que se supone que tienes que hacer y a lo mejor dejas tu curiosidad en segundo plano porque le quitas importancia. Creo que es muy importante mantener ese dejarse llevar por lo que te ilusiona, porque al final todo aprendizaje es útil, te hace crecer como persona y te hace sentir muy bien contigo mismo. Entonces, es un poco también de voluntad propia, de no permitir que las circunstancias que te rodean anulen ese espíritu explorador que todos tenemos de niños.
EB: Y tú, Sara Herranz, ¿mantienes esa curiosidad y ese espíritu explorador?
SH: Pues menos de lo que me gustaría, porque es un poco lo que dice Sara. La vida te pone trabas para explorar muchas veces y te es más cómodo quedarte en tu zona de confort. Pero creo que la propia vida te va empujando, te va llenando de más experiencias y te obliga a mostrar esa curiosidad y volverte un poco más niño.
EB: Sara García, ¿cómo vives la exposición mediática que ha conllevado el ser candidata a astronauta de la ESA?¿Cómo estás viviendo esta situación?
SG: Sorprendentemente mejor de lo que esperaba. Era algo que me preocupaba cuando estaba al final del proceso de selección, cuando ya sólo éramos los 17 astronautas de la nueva promoción y sabíamos que se iba a anunciar. Es verdad que no me imaginé que sería tan extremo, pero sabía que me iba a convertir en una persona conocida. Yo soy una persona muy introvertida, muy privada, no tenía redes sociales, no me gustaba nada llamar la atención. Yo cada vez que he hecho algo a lo largo de mi vida o que he tenido un logro personal o profesional, ni siquiera lo compartía. A veces me costaba compartirlo hasta con mis padres y mi pareja. Era algo que siempre he guardado para mí. Entonces que de repente todo lo que yo he sido se conozca hasta el último detalle, pues me asustaba un poco, pero el resultado ha sido sorprendentemente bueno porque la gente me está conociendo como soy, me he permitido ser yo misma, me he permitido cometer errores y mostrarme de la manera más natural para que vean que al final todos somos humanos. La gente está siendo muy amable conmigo y eso también es muy de agradecer y al mismo tiempo considero que convertirme en esa figura, en esa nueva astronauta española candidata de la Agencia Espacial Europea, está siendo también una especie de revulsivo, una fuente de energía, sobre todo para nuevas generaciones. Intento llevarlo desde un punto de vista también un poco profesional. Como lo miro como parte de mi nuevo trabajo y yo cada vez que me propongo un trabajo intento ser la mejor profesional del mundo, no me paro a pensar hasta qué punto estoy renunciando a mi privacidad o hasta qué punto esto me afecta directamente. Lo borro de mi cerebro y me centro en ser ese referente que buscan algunas niñas y jóvenes, e intentar hacerlo lo mejor posible.
EB: Pues enhorabuena por permitirte ser tú misma en esta situación. Fijaos, hablabas Sara García, que lo que te propones lo consigues. Investigando sobre vosotras, me pareció súper curioso que en cuestionarios que os han hecho, os pedían que os definierais con un adjetivo, y las dos dijisteis el mismo: perseverante. En tu caso Sara García, que salieras escogida de un proceso con más de 23.000 candidatos creo que ya nos dice mucho de esa perseverancia. Sara Herranz, ¿cómo mantienes tu esa constancia, esa energía de tirar para adelante lo que te propones?
SH: Pues es difícil, la verdad. Es difícil porque el mundo de la ilustración es un mundo complicado. Al final tienes que ser tu propio jefe y es complicado, pero también tiene muchas cosas buenas, especialmente cuando te llegan proyectos que te ilusionan. Yo últimamente estoy intentando no romantizar las profesiones creativas. Es un trabajo que también tiene partes muy aburridas y muy frustrantes, pero es cierto que luego te llega un proyecto que te encanta y dices: es que me da igual trabajar más horas, porque como quiero que quede bien, voy a invertir todo el tiempo que haga falta. Al final estás trabajando en algo que te emociona, y bueno, que no es sólo trabajo, sino que también tiene un punto de que es parte de tu vida y de tu identidad. Que no me gusta del todo esto, porque el tema de unir el trabajo y la identidad es un tema muy complicado porque te puede llegar a absorber. Pero sí, la perseverancia es fundamental en este tipo de trabajos.
EB: Hay una cita de Margaret Hamilton, que desarrolló el software para que el Apolo 11 llegase a la Luna, que me hace mucha gracia. Ella vio un anuncio en el periódico del MIT que pedía ingenieros de sistemas y software para enviar a hombres a la luna. Y dice Hamilton: “Pensé que era una buena idea enviar a unos cuantos que conocía bien lejos… La verdad es que me quedé con ganas de enviar unos cuantos más.” Así que mi pregunta es: ¿que enviarías a la Luna o a Andrómeda para que no volviera nunca más?
SG: Una cosa que no me gusta nada es la gente que sólo se centra en lo negativo, en criticar de manera destructiva. Esa actitud negativa, pesimista y de buscar el lado malo de las cosas creo que no conduce a nada bueno. Me frustra mucho.
SH: Yo mandaría a los negacionistas del cambio climático.
EB: Sara García, desde tu posición como astronauta, ¿qué crees que podemos hacer para combatir ese cambio climático que tenemos encima?
SG: Creo que lo más clave de todo es la consciencia de ello, que todo el mundo fuera consciente de que es un problema real y de las consecuencias que puede tener. También es importante que para que la gente sea consciente de ello, haya buenas fuentes de información, que las hay. Pero intentar combatir esas noticias falsas, esa desinformación. Creo que la información es clave, que todos seamos conscientes de que esto es un problema serio, porque es la mejor manera de que nos sintamos proclives a hacer algo. Y por supuesto, que las decisiones políticas vayan en la dirección correcta. Para eso, todo el tema de la investigación espacial ayuda mucho porque el sistema de satélites que tenemos está dando continuamente información de cómo está la situación. De cómo está el espesor de los glaciares, cómo está la biomasa, como están los bosques. Si tienes todos los datos y además puedes hacer simulaciones, puedes tomar mejores decisiones a la hora de gestionar ese cambio. La solución está en tomar consciencia a nivel individual y luego el conocimiento para que la gente, los científicos y los políticos tomen las decisiones correctas. Pero debemos ir todos en una misma dirección para salvar nuestro planeta, porque por mucho que se diga, no hay un planeta B al que podamos escaparnos cuando éste se destruya.
EB: Hablemos de la calculadora que ya tenemos en nuestras manos gracias a las dos. Sara García, eres la 19ª científica incluida en el proyecto y la más joven. ¿Cómo te sientes?
SG: Estoy tremendamente honrada, aunque también tengo sentimientos encontrados. Porque claro, cuando ves el resto de científicas que están representadas dices: ¿pero qué hago yo aquí? Por otro lado, también defiendo que no debemos compararnos, que cada uno es como es y cada uno tiene algo que aportar. Está bien que la gente tenga ejemplos de todo tipo. De ganadores del Nobel y de gente más joven que está empezando su camino. Y además, el hacerlo en colaboración con grandísimos artistas, cada uno con su estilo, me parece que va en esa línea de mostrar esa diversidad y que todo aporta, que todo suma. Me parece un proyecto precioso y no puedo estar más feliz de participar en él. Además estoy muy contenta con la ilustradora que me ha tocado, no lo podría haber hecho mejor.
Incluir aquí un destacado: Está bien que la gente tenga ejemplos de todo tipo. De ganadores del Nobel y de gente más joven que está empezando su camino.
EB ¡Qué maravilla Sara! Muchísimas gracias, de verdad. ¿Y tu Sara Herranz conocías la iniciativa? ¿Conoces algunas de las artistas del proyecto?
SH: Sí, claro. Además admiro a muchas compañeras que ya han trabajado en este proyecto y me siento muy contenta de haber podido retratarla a ella. Ha sido un sueño conocerla y que me contase su historia. Este proyecto es de los de los que te ilusionan y que una vez hecho quieres que la gente lo vea.
Destacado: “Me siento muy contenta de haber podido retratarla a ella. Ha sido un sueño conocerla y que me contase su historia.”
EB: Este proyecto lo iniciamos en 2019 y de momento tiene un impacto medible en el sentido en que tenemos a más de 60.000 estudiantes y docentes en España con calculadoras ilustradas con científicas. Es un proyecto que busca visibilizar a científicas y generar referentes. La pregunta sería: ¿cuál es el estatus actual a nivel del fomento de las carreras STEM entre las niñas y las jóvenes?. Sara García, ¿cómo nos encontramos en ese sentido?
SG: Es verdad que los datos no acompañan, pero por lo que estoy experimentando a nivel personal, y esto puede ser una visión bastante sesgada, creo que está habiendo muchísimas iniciativas para visibilizar ese talento femenino que ha estado siempre presente, pero que se desconocía porque no salía tanto en los medios de comunicación. Creo que se está haciendo una labor activa muy intensa para fomentar este tipo de vocaciones entre las chicas. Pero claro, los cambios de calado, sobre todo cuando implican cambios en la mentalidad y en la educación, no se observan de la noche a la mañana, tienen que pasar generaciones para que eso sea una realidad. Y creo que todo lo que estamos haciendo ahora tendrá sus frutos y que llegará un momento en el que no será necesario hacer ningún tipo de distinción por el hecho de que seas mujer. Realmente espero y ansío que llegue ese día y ojalá pueda verlo, pero no ocurre de la noche a la mañana. Es una cuestión de educación y no puedes cambiar la mentalidad de una persona que se ha educado durante años en algo que está muy arraigado en la sociedad. Hay que ser conscientes de la problemática, tomar medidas para solucionarla y sobre todo educar a la gente para que en el futuro esto tenga solución.