En Calculados queremos destacar el papel de cada mujer científica y romper los estereotipos de género existentes en las carreras de STEAM. Nuestra misión es inspirar a las niñas de todo el mundo para que sigan sus sueños sin limitaciones.
Por ello, hemos resaltado la labor de Ana Freire, doctora en Ciencias de la Computación por la Universidad Pompeu Fabra, y una de las mujeres científicas que forman parte de la colección de calculadoras CASIO “Women in Science”.
Ana Freire, un ejemplo de innovación al servicio de la sociedad
Ana Freire es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ser utilizada para resolver problemas sociales. Su proyecto STOP (Suicide Prevention in Social Platforms) es un algoritmo que ayuda a detectar comportamientos suicidas en redes sociales y ofrece ayuda a las personas usuarias que se encuentren en riesgo.
Además de su trabajo de investigación, Freire también destaca por su papel en la visibilización de las mujeres en las carreras STEAM. Como parte de esta labor, fundó Wisibilízalas, un concurso internacional dirigido a centros educativos cuya finalidad es romper y eliminar los estereotipos de género en las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Rompiendo barreras y estereotipos en la ciencia
Desde Calculados sabemos que visibilizar a mujeres como Ana Freire es clave para cambiar la narrativa de género en el mundo de la ciencia. Iniciativas como la colección “Women in Science” de CASIO y proyectos como los de Ana Freire son fundamentales para crear un futuro donde las niñas puedan verse reflejadas en modelos a seguir. Al empoderar a las nuevas generaciones, podemos lograr que miles de niñas se enfrenten a los desafíos de la ciencia y la tecnología con confianza, sin temores ni limitaciones impuestas.
Para profundizar en su trayectoria e impacto, en Calculados hemos tenido la oportunidad de entrevistar a la doctora e investigadora Ana Freire. A continuación, os compartimos sus reflexiones:
- ¿Qué te inspiró a dedicarte al campo de la informática y la inteligencia artificial? ¿Hubo algún momento clave en tu carrera que marcó esta decisión?
Mi pasión con la informática comenzó siendo todavía una niña, gracias al ordenador que compramos en una empresa familiar del sector de la automoción, que también favoreció mi pasión por la ciencia y la tecnología. Pero a pesar de esta pasión, a la hora de elegir qué carrera estudiar, tenía dudas entre medicina e informática, y aunque parece que son disciplinas muy lejanas, realmente hoy en día forman una gran simbiosis. Para tomar la decisión, hice algo que creo que todo adolescente pre-universitario debería hacer: hablar con profesionales de los ámbitos a los que quiere dedicarse. Me decidí por informática porque las perspectivas laborales eran más prometedoras que en el ámbito médico.
- ¿El hecho de ser mujer te ha supuesto enfrentarte a determinados desafíos en el campo de la tecnología y la investigación?
La verdad es que no; a pesar de que tanto en la carrera como en la mayor parte de puestos de trabajo en los que estuve la mayoría era hombres, siempre me sentí muy bien acogida y no sufrí situaciones de discriminación, al contrario, he tenido grandes compañeros que se han convertido en grandes amigos.
- ¿Qué mujeres científicas te han inspirado o te siguen inspirado en tu carrera?
Lamentablemente, en mis inicios en esta profesión no tuve referentes femeninos, por aquel entonces solo conocía hombres referentes en tecnología. Hoy en día, son muchas las mujeres científicas que me inspiran. No podría elegir solo a una, de hecho, destacaría el poder de redes de mujeres en STEAM, como la conocida MujeresTech, que conecta a cientos de mujeres de toda España y donde encontramos mucho apoyo en diferentes ámbitos.
- Proyectos como Wisibilízalas que tú misma fundaste están ayudando a romper los estereotipos de género en las carreras STEAM. ¿Cómo surgió la idea de crear este concurso? ¿Qué impacto esperas que tenga en las jóvenes a largo plazo?
La idea surgió cuando trabajaba en la Escuela de Ingeniería de la Universitat Pompeu Fabra, debido al bajo porcentaje de alumnas de los grados de ingeniería. Comenzamos lanzando el concurso en Cataluña, pero acabó teniendo 4.300 participantes de 14 países. Ahora mismo ya no lanzamos el concurso, pero cualquier colegio puede seguir realizando el proyecto de modo interno. La idea es que las niñas (y también los niños) conozcan mujeres profesionales en STEM, para que les sirvan de inspiración y se animen a cursar estas carreras.
- ¿Qué acciones consideras necesarias para fomentar una mayor participación de las mujeres en áreas como las matemáticas y otras disciplinas STEAM?
Dar a conocer las aplicaciones que tienen las carreras STEAM en nuestra sociedad es un elemento clave. Que vean el impacto social que pueden conseguir con ciencia o tecnología. Esto es algo que sorprende a muchas jóvenes.
- Otra iniciativa en la que estás muy implicada como coordinadora y en la que es clave la ingeniería informática es el proyecto STOP (Suicide prevenTion in sOcial Platforms). ¿Cómo nació la idea? ¿Qué impacto ha tenido hasta ahora en la prevención del suicidio en redes sociales? ¿Cuáles son los próximos pasos o avances que se están planeando para este proyecto?
Surgió cuando vi que en redes sociales existían publicaciones de personas que anunciaban su suicidio justo antes de cometerlo. Pero estas personas, en su mayoría, habían dejado pistas en sus redes. Esto en ocasiones es difícil de detectar por humanos, pero la IA tiene la capacidad de detectar patrones en cantidades inmensas de datos. Ahí creé STOP, un proyecto que estudia, mediante Inteligencia Artificial, cómo se comportan usuarios en riesgo de suicidio en redes y lanza campañas con teléfonos o chats de ayuda a personas que encajan en ese perfil de riesgo. Lo lanzamos en 2017, con nuestro conocimiento de ciencia de datos desde la Universitat Pompeu Fabra y con ayuda de personal especializado en salud mental del Hospital Parc Taulí de Sabadell. Hoy ya han colaborado en el proyecto 8 instituciones a nivel internacional. Solo en la última campaña, que duró 3 meses, se produjeron 25 activaciones de servicios de emergencia y 2 rescates.
Nuestro objetivo es que estas campañas duren todo el año, y no solo algunos meses, como hemos podido ejecutar hasta ahora. Tenemos una campaña activa de donación en nuestra web (https://stop-project.upf.edu), para aquellas personas que quieran colaborar. Cualquier aportación puede ayudar a salvar vidas.
- ¿De qué manera crees que la inteligencia artificial puede transformar el desarrollo de proyectos sociales que impacten de manera positiva en la sociedad? ¿Existen riesgos o posibles efectos contraproducentes que debemos tener en cuenta al implementar la IA en este tipo de iniciativas?
Como cualquier herramienta, la IA puede ser utilizada para bien o para mal, pero la responsabilidad es de los humanos que diseñan e implementan esa IA. Las recientes regulaciones marcan límites a quienes desarrollan esa IA, buscando que esta se construya a favor del ser humano. El fin para el que implementa es muy importante, pero también el cómo se entrena, pues si los datos que se utilizan para que estos sistemas aprendan no son de calidad o representativos, los sistemas pueden aprender los sesgos presentes en nuestra sociedad y perpetuarlos. Afortunadamente, la propia tecnología nos ofrece ya mecanismos para mitigar estos riesgos, pero todavía falta mucha concienciación para que todos los equipos desarrolladores los tengan en cuenta.
- Como científica que forma parte de la colección “Women in Science” de CASIO, ¿qué opinas de esta la iniciativa?
Es una iniciativa fantástica y de gran originalidad. Está creando referentes en las aulas de un modo muy bonito y efectivo. Solo puedo felicitar este tipo de iniciativas.
- Como divulgadora científica has trabajado en múltiples iniciativas. ¿Podrías adelantarnos algún nuevo proyecto en el que estés trabajando?
Sigo con mi proyecto de IA y salud mental, pero me encantaría utilizar tecnología para combatir la soledad no deseada. Stay tuned!