La Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM) emitió un comunicado el pasado mes de noviembre, en el cual, pedía a los rectores de las Universidades que dejasen de imponer restricciones en el uso de la calculadora en las EBAU. Desde este momento, no ha habido prácticamente respuesta por parte de los rectorados y tampoco se han mostrado receptivos al cambio. Por todo ello, la FESPM quiere llamar a la movilización a sus más de 6.000 socios y socias.
Con este llamamiento, se pretende que se cumplan los currículos oficiales y no los que marcan las pruebas de acceso a la universidad y las editoriales ya que siguen haciéndose los mismos exámenes desde hace 30 años. Por ello, aunque los profesores quieran enseñar de una forma distinta, se ven obligados a enseñar como en el siglo XX.
En la carta remitida a los rectores hace tres meses y firmada por el presidente de la FESPM, Onofre Monzó, “la FESPM considera que la calculadora, una herramienta que acompaña al estudiante en toda su etapa educativa, es un recurso más, que no se puede prohibir en las pruebas de evaluación externas, como actualmente está ocurriendo en la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, en algunas Comunidades Autónomas.”
En un manifiesto emitido hace unos días, los docentes de la provincia de Tarragona afirmaban que esta restricción tiene consecuencias negativas para los alumnos, tanto en la forma de enseñar, como en la forma de evaluar y aprender.
La situación difiere también con los países europeos. En Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca, las calculadoras gráficas son necesarias en clase y en los exámenes finales, permitiéndose incluso las que disponen de cálculo algebraico. Los alumnos deben saber utilizarla y su manejo se considera una competencia evaluable. En Portugal y Francia la calculadora gráfica se utiliza desde hace más de 10 años y en el currículum se exige saber su funcionamiento. En ambos países, en las pruebas de acceso a la universidad, es imprescindible para resolver parte del examen planteado. Italia es uno de los últimos países que ha dado el paso hacia un avance educativo permitiendo el uso de este recurso a sus estudiantes.
Desde Calculados nos sumamos a la movilización de la FESPM para poner fin a las restricciones impuestas en el uso de la calculadora.